¿Qué sería de nuestra gastronomía sin sus tapas y pinchos? Estos pequeños aperitivos son un deleite para los sentidos, especialmente cuando se maridan con nuestros vinos más vendidos. Aunque cuando se trata de maridar vinos y tapas, la clave está en encontrar un equilibrio que realce tanto los platos como los vinos.

En este artículo compartimos contigo algunas combinaciones de vinos y tapas que dejarán sin palabras a tus comensales.

¿Qué tener en cuenta para encontrar el maridaje perfecto para tapas?

Antes de adentrarnos en los maridajes perfectos, es importante tener en cuenta algunos principios básicos para combinar vinos y tapas de manera efectiva:

• Equilibrio. El vino no debe abrumar el sabor de la tapa, ni viceversa. Busca vinos que complementen la intensidad y el perfil de sabor del plato.
• Acidez y grasa: Los vinos con buena acidez, como los blancos frescos o los espumosos, funcionan bien con tapas más grasosas o fritas, ya que la acidez corta la grasa y refresca el paladar.
• Región por Región: A menudo, los vinos y los platos de una misma región se complementan bien. ¡No dudes en combinar los productos de cercanía! Conseguirás sabor y calidad.

Los mejores vinos para las tapas de ‘de toda la vida’

El vino tiene el super poder de mejorar o arruinar una tapa, de ahí que sea tan importante hacer una buena elección.

Si te decantas por las opciones de tapas más tradicionales de cada región, no te pierdas las siguientes sugerencias.

• Vino y aceitunas. Las aceitunas son el aperitivo por excelencia en nuestro país. Una buena opción para acompañarlas es el vino blanco o el vermú.
• Vino y croquetas. Las croquetas son otra de las tapas más queridas en todo el territorio español. Una opción de maridaje ideal son los vinos espumosos y vinos ligeros, que ayudan a contraponer la pesadez de la bechamel.
• Vino y quesos. El vino tinto es ideal para acompañar una tabla de quesos, especialmente si contiene queso curado. Si en cambio los quesos son suaves, los blancos ligeros combinan muy bien.
• Vino y embutidos. El jamón ibérico y los embutidos curados tienen sabores salados y son ricos en grasa, por lo que se equilibran bien con la ligera acidez de los vinos tintos.
• Vino y hamburguesas especiadas o carnes de crianza. El vino tinto con crianza es el mejor acompañante de carnes rojas con sabores intensos.
• Vino y ahumados. Para las tapas de ahumados no dudes en escoger un vino blanco fresco como el fino o la manzanilla.Si en cambio la tapa es de pescado graso como el salmón o la sardina, un tinto joven combinará muy bien.
• Vino para acompañar tapas de almejas. Las almejas, con su alto contenido en yodo, combinan muy bien con variedades de vinos blancos como el albariño.
• Vinos con tapas de patés y quesos azules. Estas tapas son ricas en grasas, por lo que maridan muy bien con blancos ligeros. Aunque los vinos tintos criados en barrica también son una opción popular.
• Vinos para pimientos del padrón. El sabor ligero y ocasionalmente picante de los pimientos se complementa con la frescura de un rosado seco o un blanco Rueda o Verdejo.
• Vino y pulpo a la gallega. Este apetitivo típico de Galicia combina perfectamente con sus vinos blancos, como el Albariño o Godello.

Conclusión

La mejor forma de maridar vinos y tapas consiste en experimentar y encontrar combinaciones que realcen los sabores de ambos. La rica diversidad de las tapas españolas ofrece infinitas posibilidades de maridaje.

¡Te animamos a probar estas combinaciones y disfrutar de la gran variedad de vinos que puedes encontrar en Mil y un Vinos!